sábado, 6 de agosto de 2022

DISCURSO ACTO DE GRADO SEGUNDA PROMOCIÓN DEL PREANI

Autor: Mart.in A. Fernández Ch.

Fecha: 26/07/2022

Nota: PREANI son las siglas de un curso de postgrado, denominado Programa de Estudios Avanzados en Negociación Inmobiliaria, el cual se dicta en convenio entre la Universidad Católica Andrés Bello y la Cámara Inmobiliaria de Venezuela. 


DISCURSO COMO PADRINO DE LA SEGUNDA PROMOCIÓN DEL PREANI (05/08/2022)

Antes de iniciar con mi presentación, es justo saludar de manera respetuosa a la Presidente de la Cámara Inmobiliaria del Estado Miranda, una de las más enérgicas emprendedoras del gremio, la Señora Consuelo Fermín, gran amiga y con quien he tenido el gran placer y orgullo de formar parte de la promoción y crecimiento de la calidad gremial de la institución. También saludos a los Vicepresidentes de la CIMIRANDA: la Lic. Adriana Barreto y a la Arq. Elvira Castro, y al Consultor Jurídico el Abog. Luis León, grandes amigos. Una atención especial también a la representante de los graduandos, la alumna Odibel Chávez, felicidades por su excelente intervención, quien fue una de las personas más proactiva en mis clases.



Por último y lo más importante en éste acto, mi efusivo saludo a los graduandos, quienes, con su esfuerzo personal, familiar y de amigos, hoy celebran este gran logro, como profesionales inmobiliarios dispuestos y, ahora, con un conocimiento más profundo en la materia, el cual les permitirá agregar valor a una Venezuela dañada por tantas erradas políticas económicas y sociales aplicadas en su historia. Necesitamos crecer de manera eficiente y sostenida para ser un mejor país y nosotros estamos trabajando en eso, aportando nuestro granito de arena. Ésta es la razón por la cual estamos aquí, para celebrar esta felicidad que nos corresponde por la graduación. Y a quienes les agradezco mi nombramiento como Padrino.

No quiero dejar para lo último, el agradecimiento a mi muy amada prometida: la Arquitecto María Alejandra Chávez (quien está ausente por motivo de trabajo), por su buen gusto para vestirme y calzarme, con la finalidad de dejar huella en mis presentaciones públicas.

Por otra parte, les quiero resaltar a las autoridades presentes que, en los dos actos de graduación del PREANI que hemos realizado (el pasado 9 de Junio en Caracas y la de hoy), he sido elegido como Padrino, a pesar de haber hecho sufrir a los alumnos con dos materias: una dura como es Estadística Aplicada, y otra blanda, que es la electiva Negociación Inmobiliaria. En la primera, hago que los nervios estén presentes hasta el final, y en la segunda, les promuevo conflictos internos de manera permanente. Quiero entender de todo esto que, al final terminan apreciándome porque reconocen que tuvieron un buen aprendizaje, que valió la pena el trabajo, y no aquello de que el odio lleva al amor.

Hace algunas semanas atrás, estuve dando una charla a un grupo inmobiliario, quienes celebraron dos años de fundación. Al empezar, a manera introductoria, les dije que los mercados se comportan como una montaña rusa, es decir, momentos buenos y momentos malos, haciendo la metáfora con el sube y baja de una montaña rusa sencilla; pero, en el caso venezolano nos pusieron a transitar una montaña rusa con muchas variantes, no solo es subir y bajar, sino también volteretas y giros, lo cual hace que el nuestro mercado sea cada vez más complejo de entender y de predecir.

Sigo persistiendo en mi perspectiva, la cual siempre expongo en mis publicaciones: aún no existen las condiciones económicas, sociales, ni políticas, para pensar en una reactivación del mercado. A pesar de ello, en este mar revuelto, de marea alta y con fuertes corrientes, nosotros debemos estar confiados en que nuestra preparación es la mejor, que nos permitirá consolidarnos como los mejores asesores inmobiliarios, con una experticia que se va fortaleciendo en el tiempo. Pero esto requiere de mucha paciencia, solo hay que seguir nadando con la fuerza necesaria para mantenernos a flote y tener siempre nuestro enfoque hacia la meta, porque es la manera de poder avanzar. Cuando las situaciones son complejas, como ocurre en la actualidad, aquellas personas capacitadas, como lo son ustedes, son las que tienen el éxito asegurado, eso es una realidad.

En la graduación pasada del PREANI, mencioné algo que aquí vuelvo a repetir: “Históricamente, no más del 20% de las operaciones registradas se hacían mediante la intervención de un corredor inmobiliario; es decir, el 80% eran ventas gestionadas por los mismos propietarios. Hoy en día, con este mercado fatigado, los propietarios que quieran vender, no les queda otra que apoyarse, no en un simple corredor, sino en un asesor capacitado que oriente de forma eficiente sus decisiones, como lo son ustedes. Poco a poco vamos a revertir dichos porcentajes, para que el 80% o más, de esas intermediaciones, se deban a nuestras asesorías”.

Los que me conocen desde hace tiempo, saben que soy una persona alegre y optimista. El optimismo no significa desconocer la realidad que estamos viviendo, sino tener la capacidad de ver la luz en la oscuridad e identificarla como una oportunidad. Es quien siempre tiene la esperanza de que las situaciones van a mejorar, porque trabaja para eso, no es una persona se queda sentada esperando, porque está seguro que siempre sale el Sol. Y nunca pierde la Fe en Dios, quien, cuando nos pone a prueba, es porque sabe que podemos salir airosos y triunfantes.

Les cuento que el año pasado tuve una situación crítica de salud, me operaron de un meningioma (tumor benigno, gracias a Dios) en el cerebro. Me intervinieron 3 veces, luego tuve 35 sesiones de radioterapia, lo cual me produjo la caída de gran parte del cabello, pero mi asesora de imagen hizo que usara pañoleta y luego sombreros, que al final, me gustaron tanto que los uso de manera corriente. De dicho proceso de salud, aprendí:

  • A tener confianza en los demás, sobre todo en los médicos y enfermeras (quizás porque no me quedaba otra).
  • A dejarme llevar, no solo por los médicos, sino también por las personas que me aman y están conmigo siempre, como son: mi prometida María Alejandra y mi hermano menor Jaime, con quien ya dejé de discutir.
  • A tener Fe en Dios, de quien siempre sentí su acompañamiento. Quizás se debió a tantas cadenas de oraciones generadas por las personas que me aprecian y también por otras que, sin conocerme, igual rezaron. Por ello, luego de un año, he tenido que acompañar a dos amigas a pagar promesas. Una, a la Iglesia de La Candelaria para rezarle a José Gregorio Hernández y, la otra, a la Iglesia de la Parroquia San Pío X, donde está el santuario de San Judas Tadeo, en La Pastora. Espero que alguna amiga no le haya rezado a Nuestra Señora de Coromoto, porque tendríamos que ir hasta Guanare a cumplir. A dicho Apóstol San Judas, mi prometida y Yo, le encendimos una vela cada uno; luego, al terminar la misa pudimos ver que la mía se había consumido casi por completo, mientras que la de ella estaba aún entera. Créanme o no, Yo estoy seguro que allí hubo una intervención Divina de San Judas. ¡Gracias San Judas!


Para terminar este discurso, porque ya van a empezar a quejarse por aburrimiento y, además, ya empieza a pegar el hambre, les quiero dejar como reflexión algo que escuché de nuestro gran humorista Laureano Márquez, palabras más, palabras menos, “Es mentira si les digo que Venezuela va a cambiar de gobernantes, es más, los tendremos por mucho tiempo. Pero lo que sí podemos hacer es sembrar, para que las generaciones futuras puedan recoger una buena cosecha, hagamos lo que más sabemos hacer, que es trabajar, y que sean nuestros hijos o nietos quienes disfruten de nuestra siembra”.

Muchas Gracias y que Dios les bendigan mis apreciados ahijados.



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